sábado, 8 de mayo de 2010

Donde lo mío quedó de lado...


Si quieres ayudarme ven y siéntate a mi lado. No es necesario que hables, tu presencia me basta. Si quieres hablar puedes hacerlo, no soy yo quién para prohibir. No es que esté solo, es que me siento solo. Estoy rodeado de tanta gente que de la multitud nace mi ausencia. Las miradas se cruzan, el bullicio taladra, las prisas aumentan. Ni siquiera yo se que existo. Ni siquiera tú sabes que existes. Si quieres, aquí te espero...

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