jueves, 12 de noviembre de 2009

Comigo no contaba el porvenir...


Herido de dudas, curado de certezas; sabedor de misterios, incrédulo en teorías; maestro de todos, alumno de pocos; escritor de folios vacíos, lector de jeroglíficos ilegibles; amante del dolor, huído de la felicidad; cantante de funerales, plañidero de nacimientos; vividor nocturno, dormilón diurno; pez sin pecera, hombre sin ciudad...

2 comentarios:

  1. Pareces un alma en pena, y aunque lo que escribes me fascina no me gusta la tematica.
    No eres un pez sin pecera, ni un hombre sin ciudad. Tan solo eres un esclavo del tiempo. Vive sin su presion, veras todo con otro tono.

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  2. cambiaría el tercer punto y coma por "alumno de todos, maestro de pocos". Le da un tono aún más melodramático, y a mi modo de ver más realista, porque todos nos mojamos de todos, pececillo, no importa si el que está a nuestro lado es anodino, quizá de aquellos de los que pensamos que no nos aportan nada (hasta de los "mortadelos" jajaja viva el jabugO!), quizá de ellos podemos aprender aún más, precisamente para no actuar nosotros de la misma forma (en los errores del resto podemos ver mejor los propios).

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